Recientemente coincidí con un compañero de profesión a quien hacia muchísimo tiempo no veía y hemos estado platicando largo y tendido sobre el Karate de hoy en día y de cómo deberíamos interpretar varios conceptos del Budo en el siglo XXI.
Yo le explicaba e insistí mucho sobre mi punto de vista de cómo debemos interpretar hoy los conceptos de Uchi Deshi y Soto Deshi.
Llevo más de cuatro décadas dedicadas al Karate y de estas más de tres dedicadas a la enseñanza de este Arte Marcial y a pesar de haber estado impartiendo clases a cientos y cientos de personas y de haber estado enseñando en más de 15 países, solo puedo decir que cuento con uno o dos alumnos, no más.
Cuando manifiesto esto, la cara de quienes me escuchan cambia por completo y un gesto de gran sorpresa es la que muestra su rostro, pero automáticamente les tengo que decir….. “pero si tengo muchos clientes”.
Si explicamos con calma la definición que tiene en el Budo la palabra Uchi Deshi, llegamos a ver que es la transliteración de una palabra compuesta japonesa, cuyo significado más general es: Alumno interno.
Dentro de la cultura japonesa Uchi se refiere a los conceptos "adentro", "familiar", "casa", o "confianza"; y Deshi se refiere a "estudiante", "alumno", "aprendiz" o "discípulo".
Los estudiantes contrarios son denominados como "Seito" o "Soto-deshi" que literalmente es: Alumno externo. Y esto quiere decir un estudiante común que simplemente va a tomar las clases en horarios regulares y determinados.
Históricamente, deviene del viejo sistema de enseñanza japonés en el que un aprendiz vivía con su maestro para saber todo lo referido a su arte u oficio, y en retribución el discípulo servía a su maestro en todo lo que pudiera necesitar y en todo momento.
Por eso cuando oigo a muchos instructores hablar de alumnos y a muchos practicantes de Karate decir es mi Sensei, es lógico que hoy me salga una pequeña sonrisa, porque si le pregunto con calma lo que me están diciendo, seguro que ese instructor debe decirme es mi cliente y ese cliente debe decir es mi monitor, Coach y nada más.
Yo tengo varios clientes que claramente han manifestado que me respetan mucho y ellos en las clases se comportan con todo escrúpulo y son muy disciplinados con los valores del Budo, pero en esos momentos. Una vez terminada esas clases yo soy su amigo, uno más de ese grupo, por tanto ni ellos pueden decir que yo soy su Sensei ni yo puedo decir que ellos son mis verdaderos alumnos o discípulos.
Por supuesto que ellos respetan las reglas correctamente, claro que sí, pero todo esta tras un acuerdo económico, no hay más. Un pago por unas horas de entrenamiento y un servicio ofrecido por ese pago…… Nada más existe ahí, simplemente una amistad por dicha colaboración que a veces esa amistad llega a ser muy larga y leal, pero no ven y menos sienten otra cosa más que eso y esto es la visión que tienen el 98% de los practicantes de Karate de hoy en día.
Esto es lo que podríamos denominar hoy como un Soto-deshi del siglo XXI, lo que yo mejor empecé a denominar con la palabra Cliente.
Pero el día que llegues a tener a esa persona que acepta entrenar bajo tu supervisión, que te demuestra también por supuesto su lealtad, su respeto, que abona también sus cuotas establecidas, que esta con el Karate dentro y fuera del Dojo en todo momento sin tener obligación alguna, que te trata bajo los roles del Budo a todas horas y porque ese trato le sale desde los más hondo de su corazón, esto amigos míos, esto debe denominarse de otra manera, es lo que hoy podríamos llamar o decir que es un Uchi-deshi, un alumno.
Ahora yo pregunto a los instructores y diferentes maestros ¿Cuántos alumnos tienes y cuantos clientes tienes? …puede que tras leer mi reflexión personal puedan ya pensar o explicarse de otra manera.
Yo siempre digo que es muy difícil llegar a ser un Sensei de Karate, porque para eso se necesitan muchas cosas y estas no son solo tener una alto reconocimiento de Dan o un gran currículo deportivo, si no que debes ser un ejemplo de personalidad, de profesionalidad, de humanidad, tener mucha madurez y por supuesto saber trasmitir desde el corazón y no por ese simple acuerdo económico. Hay que ser Sensei con el Dogi y sin el, ser Sensei dentro y fuera del Dojo y ser Sensei las 24 horas del día.
Ser un Sensei es muy difícil, tremendamente difícil, y por eso hay muy pocos en el mundo, pero también ser un alumno correcto hoy en día es más difícil aún.
Yo he viajado por medio mundo con el Karate, tanto en mi época de competidor como hoy que tengo la suerte de enseñar en diferentes lugares del planeta y es verdaderamente increíble ver las diferentes formas de actuar y el como me tratan en un lugar u otro.
Eso es otra cosa por la que escribo, lo escribo para reflexionar si estamos enseñando bien el Karate y el Budo o es que sin darnos cuenta nos estamos trasladando de manera vertiginosa hacia el concepto de entrenador y deportista o Coach y competidor.
Para ISKA como academia, le preocupa mucho este punto, porque todos nuestros instructores han observado la decadencia en ese punto que es de suma importancia para el que practica un Arte Marcial.
Si esto no existe o no se llega a entender no somos practicantes de Artes Marciales, sino que simplemente estamos entrenando un deporte.
Esa es la clave a entender “ARTE o DEPORTE”.
© ISKA Honbu Dojo - Rubén Cernuda